El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, justificó los decretos que reestructuran el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), dos entidades que estuvieron bajo escrutinio gubernamental y generaron protestas sindicales.
Sturzenegger argumentó que el Decreto 462/25 busca corregir las deficiencias del INTI, al describirlo como un organismo con una "estructura sobredimensionada" que, según él, ha "obstaculizado el desarrollo productivo nacional".
Según el ministro, el INTI se había alejado de su propósito original, convirtiéndose en una fuente de "trabas, regulaciones técnicas innecesarias y procesos engorrosos" para las empresas. Criticó su tamaño (2356 empleados y más de 250 reparticiones) y la proporción de personal administrativo (30%), considerándola excesiva.
La reforma, según Sturzenegger, transformará el INTI en una unidad organizativa dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio, eliminando estructuras administrativas redundantes y enfocándose en funciones esenciales como metrología y la definición de estándares. El ministro acusó al INTI de ser utilizado para "acomodar militantes y gremialistas".
En tanto que los trabajadores del INTI realizaron protestas en contra de los cambios.
Reestructuración del INTA
En cuanto al INTA, Sturzenegger explicó que el decreto lo transforma en un organismo desconcentrado dentro de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. La principal modificación es el reemplazo de su anterior dirección colegiada por un presidente designado por el Poder Ejecutivo, quien será asistido por un Consejo Técnico ad honorem que representará a los productores y definirá los lineamientos científicos-técnicos.
Sturzenegger describió el INTA como una "estructura sobredimensionada y opaca". Dijo que tiene 6059 empleados, 2403 vehículos, 1611 celulares, 932 cargos jerárquicos y 450 sedes. Criticó su gasto anual de $224.000 millones y la asignación de recursos de $411.000 millones. También cuestionó el uso de las 110.000 hectáreas que posee el INTA, alegando que solo 45.000 se utilizan para experimentación con fines comerciales.
El ministro también mencionó un informe de la Sindicatura General de la Nación que revelaba "deficiencias" en el INTA, que incluyen "viviendas usurpadas, bienes sin inventariar ni asignar, donaciones sin registrar, compras y viáticos sin documentación mínima, asociaciones cooperadoras sin balances ni supervisión".
Sturzenegger remarcó que la reforma "permitirá echar luz sobre estas figuras y transparentar el destino de los recursos generados por la explotación de los campos bajo su administración". Afirmó que el INTA había perdido su rumbo estratégico, al financiar proyectos de investigación de carácter sociológico en lugar de enfocarse en la innovación tecnológica para el sector agropecuario.
Según el ministro, la reforma "preserva las capacidades técnicas del INTA, reduce la burocracia y refuerza los mecanismos de control y transparencia", reorientándolo hacia su misión original de promover la innovación científica y tecnológica para el desarrollo agropecuario.